Autora: Liris Miyares
Esta es mi urbanización que para 1985, época en la que llegué era aire puro y fresco (exceptuando la llegada de las lluvias, en las que entraban los fuertes olores de las polleras de los tanques y olorizaban el ambiente, acompañado de un enjambre de moscas). El verde de sus montañas fieles guardianes del valle que como gigantes saurios permanecen en letargo a la espera del despertar de conciencia de sus atribulados coterráneos. Se escuchan a lo lejos voces de algún niño que en su inocencia no entiende por qué suben cada día los precios, por qué su madre debe hacer largas colas para adquirir alimentos, medicinas o retirar efectivo en las entidades bancarias[1].
Al sur de la ciudad de Villa de Cura, municipio
Zamora del estado Aragua existió una vaquera llamada El Toquito, de 164
hectáreas donde además de ganado se producían entre otros rubros algodón, café,
caña de azúcar. Hacia la década de los años 50, un grupo de familias
inmigrantes de Santa Rosa del Sur, estado Carabobo se instalaron en la zona
noreste de esta hacienda. Es digno mencionar a las familias: Silva, Miranda,
Mosqueda, Flores, Cordero, Isabel y María Morales, entre otras; quienes fundan
en esta zona, el barrio El Toquito, hoy conocido como Toquito Viejo.
Cuenta con un paisaje de clima tropical de montañas
muy agradable, vegetación variada dónde predominan árboles de samán, apamate,
cujíes, mangos entre otros. Esta rodeado de pequeñas serranías que actúan como
pulmón vegetal.
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El Toquito |
La primera referencia que se tiene de la hacienda a
nivel de registro en el Distrito Zamora data del 4 de noviembre de 1955 y
perteneció al sr Miguel Hernández quien el 10 de julio de 1957 la vende al sr
Antonio Pérez Luna. La hacienda El Toquito tenía como propósito el engorde de
ganado, la misma era alquilada por quiénes lo vendían. Permanecían allí hasta
que adquirían el peso adecuado, luego eran llevados a un sector denominado La
Subasta (vía San Juan de Los Morros), propiedad de los hermanos Troconis, donde
eran pesados y luego vendidos. Además de cuido del ganado los trabajadores
tenían pequeñas parcelas donde sembraban entre otros rubros limón, naranja,
maíz, tomate, caraota…
El sr Pérez Luna, para 1978 vende la hacienda a la
empresa URPICA, para la construcción de viviendas Durante el gobierno de Luís
Herrera Cámpins, en 1979 es colocada la primera piedra del proyecto por el
presidente del Congreso Nacional, Dr. Godofredo González, siendo gobernador del
estado, el sr José Casanova Godoy y presidente del Consejo Municipal el sr
Alexis Guevara..
La urbanización se funda el 28 de septiembre de
1981, según documento en el Registro Subalterno del Distrito Zamora (RSDZ), con
el Nro. 35, folio 66 al 110, protocolo 1, adicional 1. La casa modelo fue
construida en 1980, en la Troncal 3, Nro. 68-1, en el sector Toquito Viejo
(frente a la Urb.) la misma fue cedida al sr José Ramón Fernández y familia
quien fue el administrador de la hacienda y luego supervisor de obras. Mientras
se desempeño como administrador ocupo una casa en el terreno donde se encuentra
actualmente la casa comunal, según testimonio de su hijo Domingo Fernández.
La urbanización limita por el norte con: el cerro
El Vigía y el barrio Toquito Viejo, por el sur La hacienda Corocito y CEFLOARCA
(empresa certificadora de semillas), por el este hacienda Corocito y barrio 13
de Septiembre y por el oeste el sector Mata de Café. Antes de la construcción
de la urbanización existía una manga de coleo la cual fue inaugurada el 25 de
agosto de 1970, para las fiestas patronales de Villa de Cura, llevaba por
nombre Ernesto “Viejo” Torres, un reconocido coleador de la época. La misma
funciono hasta el año 1979, época en fue vendida la hacienda. Estos terrenos
corresponden a lo que hoy se conoce como la Av. Amador Bendayan, la cual es la
principal vía de acceso a la comunidad.
En ella convergen la calle Dr. Manso y la Urdaneta
El proyecto inicial estaba orientado a la
construcción de 4126 casas de las cuales se construyeron 570 y 320 apartamentos.
El primer habitante fue el sr Domingo Pérez y familia, quien llego a la manzana
20, el 2 de junio de 1984. Cuenta la Sra. Liseth Gerardy ex esposa de Pérez,
para la época existía un puesto de vigilancia y las personas que iban a ver la
casa decían ser familia del sr de la Brasilia anaranjada. Posteriormente fueron
llegando la Sra. Reina Tirado, Sofía Silverio, Norma Briseño, Augusto González
y así sucesivamente se fueron incorporando mas familias ubicándose en las otras
manzanas. En la actualidad residen 5000 habitantes, según censo de 2017.
Las primeras en ser vendidas fueron las casas,
luego los apartamentos. La oficina de ventas inicialmente funciono en la
manzana 9 la cual paso a ser la residencia de la Sra. Rosa Hernández, viuda de
González, quien lleva más de 30 años en la urbanización (actualmente la casa está
sola), posteriormente fue trasladada a la planta baja del edificio Niños
Cantores ubicado en la manzana 21.
Por otra parte la casa comunal está ubicada en la
manzana 18, en un principio funciono como Módulo Policial. Para el año 2003
pasa a ser Modulo de Salud y residencia de los médicos cubanos hasta el 2008,
época en que se crea la Misión Barrio Adentro y pasa a las instalaciones en las
que se encuentra actualmente. En ese mismo año fueron ubicados en ella los entrenadores deportivos cubanos. En la
actualidad se encuentra desocupada y se plantea la creación de un maternal..
La urbanización se encuentra dividida en manzanas
enumeradas de la siguiente manera: 7, 9, 12, 13, 14, 15, 17, 18 y 20 que
corresponde a las casas bifamiliares, en parcelas de 195 ms cuadrados, en un
área de construcción de 62 ms cuadrados c/u, estas a su vez se conforman en
veredas que se identifican con el nro. de la manzana mas una letra mas el nro.
de la casa, ej. Manzana 15, vereda 15-A, B20. Además de las manzanas 19 y 21
que corresponde a los apartamentos:
La manzana 16 está conformada por 26 casas las
cuales fueron asignadas a 26 familias provenientes de Villa Puntica, sector
ubicado en la riveras del Lago de Valencia durante el gobierno de Rafael Isea,
el 23 de octubre de 2012. Para diciembre de ese mismo año fueron habitadas aún
sin terminar debido a que iban a ser ocupadas por personas de la misma
comunidad.[2]
[1] Contar
el origen y evolución de mi comunidad Urbanización El Toquito, es quizás uno de
los retos más importantes que me ha tocado. Inicialmente lo vi como algo
complejo pero a medida que fui abordando el tema e ir descubriendo cosas
interesantes y desconocidas para mí, sentí el deseo más que como trabajo para
cumplir un requisito de aprobación del diplomado de Crónicas Locales, una
necesidad de conocer cómo se ha transformado el sector en el que habito.
Aborde personas que estuvieron vinculadas mucho antes
de la construcción de la urbanización, algunas de ellas venían a la zona cuando
esta era terrenos baldíos en busca de leña y algunos productos. Había vecinos
que utilizaban pequeños espacios para la siembra de algunos rubros como maíz,
caraotas, ají, pimentón entre otros.
[2] En
el proceso de recaudación de información converse de manera informal con muchos
de los vecinos quienes voluntariamente aceptaron la entrevista, sin embargo
hubo alguno que otro que se mostro receloso y no quería aportar información
pero luego suministraba alguno que otro dato. .
Cabe destacar que realice visitas a las instituciones
que hacen vida en la comunidad, así como personajes claves que cumplen alguna
función dentro de la misma. A algunas de ellas fue necesario hacerles varias
visitas. Se me hizo casi una rutina diaria el recabar la información.