martes, 4 de agosto de 2020

MIS MUÑECAS DE TRAPO

Autora: Juana Coussin

Este relato es una vivencia de mi vida personal, de mi niñez, es real, y ahora de adulta escribo estas añoranzas de ayer, trayéndolas al espacio y tiempo de hoy, vividos junto a mis amigas y mis padres como también al lado de mi familia



Eres alegría sin saberlo, a las niñas o infantes les das armonía, le das alegría, produces satisfacción de tenerte, alegóricas, coloridas, insensibles si se quiere, con alma escondida pero sonriente o algunas veces llorosa, das gozo y contento a cuchas personas.

         En otrora a mamá no le gustaba vernos jugar con muñecas, pero a la vez nos hacía unas muñequitas con las mazorquitas pequeñitas que nacen al lado de la mazorca grande del jojoto, peinaba sus barbas blancaquitas y eso era el juguete de época para nosotras.

         ¡Que contradicción! No le gustaban las muñecas, pero ella nos elaboraba otras que nos entretenían mucho. Fue así como me interese tanto en coser mis muñequitas de trapo; comencé dibujando en mis cuadernos rayados de muchas: novias, cocineritas, reinas, de primera comunión y vestidas de lujo.



Juana Cussin con sus muñecas de trapos


         Cuando tenía alrededor de siete años…mis amiguitas del recuerdo “Las Nogueras”, tenían en su casa un patio grande…parecía una sabana de monte olorosito a flores del campo; arriba, había una carpa hecha por su papa donde ellas tenían una especie de casa de juego, allí se cocinaba y también se jugaba con aquellas muñecas de trapo a las que muchas veces bautizábamos, celebrábamos y festejábamos todos los niños y niñas de ese vecindario, eso fue en mi pueblito natal Calabozo. Todas las muñecas tenían nombres comunes como las de ellas: Celsa, María, julia, Eulalia y hasta su ropita era muy parecida a las de ellas también.

          Luego de aquella época de mi niñez, viaje  con mis padres  y hermanos a esta cuidad de Maracay, aquí permanecimos varios años, es en esta que conocí a mi gran amiga, hermana y comadrita del alma “ Alida”, la que vivía al lado de mi casa en el barrio san  Ignacio, nos fusionamos  en una gran amistad desde aquellos tiempos hasta ahora, les cuento… en las navidades el mismo niño Jesús traía regalos a todos los niños de ese sector, menos a mi casa y yo le preguntaba a mi mama ¿ Porque el niño Jesús no nos trae regalos a nosotros? Y ella respondía con voz suave y despacito “se le acabaron los juguetes “, llorándole comunicaba a mi amiguita  “no me trajeron regalo” y ella tan bella recogía sus jugueticos del año pasado y me los regalo, ¿ qué bello gesto! Mantuvimos nuestra a mistad y jamás he podido olvidarla, recuerdos que perduran..!



          Mis muñecas me gustan, las que llaman patas largas, las negritas, las de pelo blanco, de pelo amarillo, etc. Desde tiempos remotos se usaron estas lindas muñecas de trapos para entretener ya que el costo es cómodo, no se gasta dinero alguno.

          En cuanto a lo sentimental no tiene precio, no es igual una muñecas hecha con mis propias manos y con mucho amor, que, una comprada en el mercado capitalista, por lo que viene a simplificar el valor de sello y de identidad muy natural y particular como es la caracterización de una cocinerita, una enfermera, la doctora, de pelo corto o largo. Nuestras muñecas  de trapo se deben llevar a todos los rincones de Venezuela a través de las escuelas, los talleres en las casa múltiples, comunas o bases de misiones, también se tratan como terapia ocupacional o de oficio en las casa de los abuelos o de reposo.

         Vengo de un mundo de muchos encantos como es el “llano venezolano” y crecí en esta ciudad donde se abren los caminos de la cultura; en cada espacio hay una enseñanza laboriosa perpetuada en el tiempo de ayer, hoy y del mañana.

 

“Muñequita linda

Ojitos de cocuyos

Cuerpecito frágil

Boquita de cereza.

 

Radiante tu sonrisa

Mudita voz serena,

Mensaje de esperanza

Lleva en sus entrañas.

Canción de las negritas

Blanquitas y morenas,

Se escucha en el ambiente

Por toda Venezuela.

 

Nietas y bisnietas

Retozan en el patio,

Abrazando con cariño

Sus muñequitas de trapo”.[1]

       

 

 Doña magdalena, que es mi mama fue criada en el campo, me contaba ella, que no tuvo tiempo para jugar… de ahí llegue a entender y comprender que para mí mama el vernos jugar con nuestras muñecas de trapo, era perder nuestro tiempo.

           Para el mes de diciembre todos los años elaboro unas cuantas muñecas  y se las regalo a mis niñitas vecinas. Mis nietas: Karla, Isabel Cristina, Marielisa, Samantha e Isis, al igual que mis bisnietas Arantza, Amanda, Anahis y Osiris juegan con sus muñequitas de trapo.



           La negrita siempre está colgada en la pared de la sala de mi casa, ella es la que recibe  a todos los visitantes, pero tengo una que se llama magdalena en homenaje a mi mama..! Muy hermosa vestida con tela estampada, muy abundante; bordadita su boquita , sus ojitos , todo para que las niñas no tengan obstáculo para cuando las niñas jueguen con ellas. Es una tradición muy linda, las familias pudientes no cuelgan una muñeca de trapo en la sala de su casa. ¡Noooo, que va! Solo se ve esto en casa de familias menos acaudaladas.

          Una de mis muñecas me guiña un ojo es “Esperanza” así la llamo, como también son mis esperanzas cuando creo que ya se pierden me guiño un ojo y me digo: sigue adelante allá en el horizonte encontraras lo que estas deseando. ¡Ah! Pero les digo que mis más bellas muñecas hermosísimas ellas, son mis hijas..! Yda e Yndira de carne y hueso, camina, hablan, brincan, saltan, ríen y también disfrutaron de sus muñecas de trapo.

          Son un festín todas ellas (las muñecas ) juntas parecen un circo con su payaso que no debe faltar, como las muñecas de trapo no hablan y solo sus atavíos dicen lo que reflejan; hermosas, contentas o tristes, en los cumpleaños de las niñas deberían estar presentes en los cotillones. A las niñas de mi Venezuela se les debe educar con amor al prójimo y la forma más sencilla es queriendo sus muñecas de trapo cuidándolas.

          En una revista tricolor regalada por profesora Nelly Guilarte, encontré el relato de una mujer llamada “Muñequera” por su gran trabajo de mucho tiempo, oriunda del Estado Portuguesa, su nombre “Sobeyda”. En esta revista escriben las muñecas de trapo y hasta sus declaraciones.

Declaraciones de las muñecas de trapo:

A.   Nacemos por amor y con amor, paz y poesía.

B.   Caminamos por el pueblo, nos mantenemos en él.

C.   Valientemente enfrentamos la existencia luchando por todas las cosas hermosas y sencillas que las componen.

 Pero también se solidarizan con otras muñecas como son:

 o   Las cabezas e`ñemas

o   Las cabezas e`bombillos

o   Las de tuzas, de barro, de palo, de guácimo, las de barba de maíz, las de cera, etc, etc.

           Cuando trabajamos con las muñecas de trapo se está cuidando el planeta, ya que no utilizamos sustancias toxicas, ni objetos como pilas, es que se tiene control con el ecosistema.

            Invito a mis coterráneos a encontrarse con tan bella labor para que así crezcan en el oficio, el sentimiento y la razón de “Ser y el Saber” e intensificar el amor entre la gente y decirles no a la guerra.








[1]  Autora Juana  Coussin, año 2019, Maracy Edo. Aragua, Venezuela.


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